jueves, 9 de enero de 2020

Keynes vs Hayek: el choque que definió la economía moderna

¿Qué diferencias existen entre ambos sistemas económicos?

Libro escrito por el célebre periodista inglés Nicholas Wapshott

John Maynard Keynes. Fuente: Economistas frente a la crisis
En mi opinión, es un libro muy interesante de leer para cualquier estudiante de ADE, ya que habla de los dos sistemas económicos modernos más influyentes. 
Por una parte tenemos el keynesianismo, sistema llamado así en honor de quién lo ideó, John Maynard Keynes

Fue un célebre economista del s.XX de la escuela británica, el cual se hizo conocido por prever el gran desastre económico que supondría el Tratado de Versalles tanto para vencedores como para perdedores. A raíz de ahí y sobre todo después del crac del 29, ideó una teoría económica que lleva su nombre en su honor, keynesianismo, la cual tuvo sus años de esplendor entre 1939 y 1980.

El keynesianismo se basaba en que el principal problema de las economías era la falta de demanda por el exceso de ahorro ante el miedo de recesiones económicas, por lo que defendía la intervención del Estado para reactivar la demanda agregada en épocas de recesión. 
Keynes era contrario a mantener la rigidez de los salarios rígidos a la baja, lo que supondría un inmovilismo productivo en épocas de recesión, por lo que la oferta agregada se mantendría deficiente. Por otra parte, creía en la efectividad de los mercados para asignar recursos productivos a largo plazo. Su idea era la de usar indudablemente el sistema capitalista, pero interviniendo en los desajustes de mercado. Otras propuestas del keynesianismo fue el ajuste de la política fiscal según el momento en el que estuviera; desde un mayor gasto público, a una bajada de los impuestos, o incluso ambas. Otra propuesta fue la de dotar al sistema monetario de mayor liquidez. 




Por otra parte, estaba el sistema opuesto, el liberalismo económico, representado por el austríaco Friedrich August von Hayek.  
Friedrich August von Hayek. Fuente: Economipedia
 
Fue un firme crítico del socialismo y las economías planificadas.

Hayek defendía la imposibilidad del éxito del socialismo, ya que en las economías planificadas, donde la demanda no tiene capacidad de incidir en la oferta, no se tienen en cuenta los precios, por lo que tampoco se tienen en cuenta las preferencias de los consumidores. De este modo siempre habría un desajuste comercial que llevaría a no tener una productividad que hiciera mover la economía en su correcto funcionamiento.
Defendía la capacidad de ahorro frente al consumismo. Pensaba que el consumismo llevaría de vuelta a una crisis financiera con inflación. También era firme defensor de mantener el tipo de interés alto. Pensaba que el mercado se ajustaba por sí solo, debido a la compensación que ejercen los agentes económicos en aspectos macroeconómicos. Estaba totalmente en contra de que el Estado interviniera en épocas de recesión, porque provocaría más desajustes. En el caso de tener una política monetaria expansiva, es decir, se estaría favoreciendo la aparición de la inflación, o si ya se daba la inflación, el agravamiento de ésta.
En el caso de subir los impuestos con la premisa de recaudar más, llevaría a desajustes en los precios por falta de demanda que crearían irregularidades en el mercado, y por consiguiente una bajada general de los precios provocando deflación. Ésta era muy temida por todos los economistas y gobiernos del mundo, ya que es especialmente difícil hallar una solución para esta situación. Esto se debe a que una devaluación agresiva de la moneda haría perder la confianza a todos los agentes económicos.
Todo lo anterior lo recoge en la obra estrella de los economistas de la escuela austríaca, la Teoría del Ciclo Económico.
Además de Hayek, hay otra gran figura liberal: Milton Friedman. A principios de los años 60 comienza a coger fuerza su idea de liberalismo menos radical, llamada monetarismo. Acabó calando mejor en la sociedad, siendo el sistema económico de referencia de ex presidentes americanos como Reagan, George Herbert Bush
Milton Friedman. Fuente: Gestión
o del actual presidente Donald Trump.
En 1974, Hayek recibió el Premio Nobel de Economía por su teoría sobre el dinero y las fluctuaciones económicas. Dos años más tarde, se lo concedieron a Friedman.


En el libro de Wapshott se distinguen claramente distintas prioridades para cada sistema: 

- Alcanzar el pleno empleo (keynesianismo).

-Reducir el déficit y controlar la inflación (hayekianos).


Al terminar de leer este libro se pueden sacar varias conclusiones. Una de ellas es que el modelo keynesiano es el elegido predominantemente en los países desarrollados, apostando por el Estado de Bienestar. De hecho, la gran mayoría de los países que componen la UE siguen este modelo. Sin ir más lejos, nuestro país, con una política fiscal progresiva, el mercado intervenido en aproximadamente un 40%, políticas redistributivas y de gasto público. Es un ejemplo muy claro de lo que propone el modelo del prestigioso economista inglés. 
Sin embargo, otros países como Irlanda (que no pertenece a la UE) han optado por el liberalismo económico, siguiendo las teorías de la escuela austríaca. Una política fiscal baja, gasto público reducido y tipo de interés bajo; entre otros indicadores.




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